Rompiendo el silencio visual

Su presencia lo cambia todo. Cuando la butaca Ad-Hoc ocupa un área, todo ese espacio gira en torno a ella. Es una pieza única —una obra de arte— surgida de una mente maravillosa como es Jean-Marie Massaud. Es apropiada para cualquier estancia; es adecuada para evocar; está especialmente dispuesta para cautivar al espectador. Su finalidad es argumentar siempre a favor de aquel que tiene el buen gusto de compartirla en su hogar.

Volumen apuesta por Viccarbe y esta firma confía en el trabajo de Jean-Marie Massaud. Así germinan las grandes creaciones: sin la presión ni los dictados del mercado. De la cabeza de los grandes genios del diseño nacen los iconos que elevan cada pieza a la categoría de arte.

Son numerosas las creaciones de Massaud que han sido premiadas e incluidas en colecciones importantes de museos internacionales. Su búsqueda de lo esencial a través de lo individual se traduce en trabajos que sostienen mágicas y vitales emociones. París, Zúrich, Lisboa, Chicago, Ámsterdam o Londres poseen exposiciones con ingenios del francés.

Desde que la compañía Viccarbe lanzara su exclusiva colección Viccarte ha conseguido incluir sus piezas en las instalaciones más prestigiosas de todo el mundo. El gusto y cuidado por el detalle impera en la fabricación de cada elemento. Por ejemplo, la butaca Ad-Hoc se realiza artesanalmente, una a una y en fundición de latón. Se trata de un proceso manual y, por tanto, existen ligeras variaciones entre dos piezas de la misma colección.

El encanto de Ad-Hoc sirve para el interior del hogar, pero también se puede disfrutar en el jardín durante los meses más cálidos del año. Sus versiones lacadas son aptas para el exterior y resistentes a las inclemencias. Esto permite disfrutar de muebles exclusivos, artísticos, escultóricos, pero siempre sujetos a los test más rigurosos de estabilidad y uso severo.

 

Literalmente, Ad-Hoc es una obra de arte, de serie limitada, a disposición de los amantes del diseño más puntero e innovador. Una butaca que rompe el silencio visual. Un mueble vivo y activo. La creación exclusiva de uno de los grandes del diseño. Con Ad-Hoc se corre el riesgo de subrayar es el estilo personal más allá de la simple declaración de intenciones. Hacer del hogar un museo. Hacer de los muebles una seña de identidad. Cada espacio se ve de otra manera porque Ad-Hoc sobrevuela acentuando la tendencia expresiva.

 

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