La Exposición Internacional de Milán, que tendrá lugar del 1 de mayo al 31 de octubre de 2015, reunirá a 145 países y tres organizaciones internacionales con el objetivo de reflexionar sobre los grandes retos de la humanidad: el hambre, la desnutrición, la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible. Así, la Expo de Milán tiene como lema Alimentar el planeta, energía para la vida.
Inspirado en un invernadero, el Pabellón de España es una estructura de doble nave que representa la fusión de las cualidades que nuestro país exporta: tradición e innovación. Coordinado por Acción Cultural Española (organismo público responsable de gestionar la presencia de España en las exposiciones universales e internacionales), ha sido diseñado por el estudio b720 Fermín Vázquez Arquitectos en una superficie de 3.331,95 m2 y está situado en la confluencia de las dos avenidas principales del recinto: Cardo y Decumano.
El Pabellón de España tiene previsto atraer a más de 2,2 millones de visitantes, unos 12.000 visitantes diarios, quienes podrán disfrutar de una experiencia única de ocio educativo, en torno a dos propuestas expositivas: El viaje del sabor y El lenguaje del sabor.
La primera es una instalación artística creada por Antoni Miralda que propone una reflexión poética en torno al viaje del sabor. Una maleta de gran formato que recibe al visitante a la entrada del pabellón, albergará el audiovisual principal que se complementa con una red de 22 maletas más pequeñas distribuidas por la planta baja del pabellón.
En el primer nivel, la exposición principal El lenguaje del sabor mostrará un retrato muy completo de la alimentación en España, destacando la calidad y variedad de nuestros productos; la sostenibilidad de los métodos productivos; las virtudes de la dieta mediterránea; la rica tradición gastronómica y la gran revolución culinaria que ha convertido a nuestros chefs en referentes internacionales. Y, por encima de todo, el carácter hospitalario de los españoles y su manera de entender el acto de comer como una forma de socializar.
El Pabellón de España tendrá la restauración como punto fuerte y presentará una variada oferta gastronómica. Tienda gourmet, bar de tapas, restaurante, plaza pública y un auditorio-sala multiusos son algunos de los espacios que durante seis meses acogerán talleres, conciertos, showcookings y conferencias.
Su construcción, de una geometría clara, forma pórticos en dos hileras -de madera y acero inoxidable- que representan, respectivamente, la fusión de la tradición y de la innovación. Esta dualidad crea un espacio atractivo y flexible que también incorpora un área abierta, como un patio de naranjos, en referencia a otro elemento de identidad de la cultura española. Bajo los pórticos que simbolizan la innovación, los espacios se revisten con superficies metálicas que evocan el aceite, el vino y la aceituna, mientras que los pórticos de la tradición contienen espacios revestidos con materiales como el corcho, el esparto y la madera de barrica.
El pabellón está en gran parte realizado con materiales reciclables y naturales, prefabricado. Aprovecha las condiciones climáticas y ambientales naturales tanto para la iluminación como para la ventilación natural, por ser una estructura semi abierta. El montaje de la estructura del Pabellón de España, cuya finalización está prevista para marzo, se realiza siguiendo un sistema que utiliza paneles de madera macizos de gran formato cortados a medida exacta. En concreto, se están utilizando 8.000 m2 de panel contralaminado, fabricados a partir de tablas de pino o abeto procedentes de una tala sostenible. El proceso de construcción del pabellón, a cargo de la empresa Empty, se basa en el ensamblaje en seco, fácil de montar y desmontar.
Para desarrollar el diseño integral del Pabellón de España, el estudio b720 Fermín Vázquez Arquitectos ha contado con un equipo de casi medio centenar de profesionales entre arquitectos (producción arquitectónica, tecnología y sostenibilidad, renderización, mediciones, interiorismo); ingenieros (cálculo estructural, mecánica, eléctrica, comunicación y audiovisuales); agrónomos; interioristas, y asesores de hostelería y de contenidos (documentalistas, diseñadores web, guionistas), entre otros.