Convertir un edificio de oficinas diplomáticas en espacios habitables, modernos y que representen las viviendas del futuro es el reto de Casa Decor 2013. El edificio de la antigua Embajada Británica, construido en 1966 donde se alzaba el palacete del Marqués de Álava, cuenta con 3.900 metros cuadrados edificados en forma circular, en torno a un gran patio central. Arquitectos, diseñadores, interioristas, paisajistas y artistas de toda España aceptaron el reto de transformar las instalaciones para su uso residencial. No era sencillo, dado el diseño de su construcción, pero el resultado es ciertamente espectacular.

 Creatividad, ingenio, atrevimiento…, las propuestas de los más de 80 profesionales presentes en la 48 edición de Casa Decor sorprenden por su creatividad, ingenio y atrevimiento en las tres plantas del edificio, cuyos 90 espacios destinados originariamente a oficinas se suceden uno tras otro comunicados por pasillos circulares.

Aspecto de Futuro al instante, El bosque urbano y El jardinero indiscreto.

El acceso al edificio –en este caso a la exposición-, se realiza a través de un control exterior ubicado en las proximidades de la piscina en torno a la cual se encuentran, entre otros, los espacios El jardinero indiscreto, de Encarna Romero, El bosque urbano, de Jesús Ibáñez y el sorprendente Futuro al instante, en el que la diseñadora Marisa Gutiérrez convierte unas espectaculares carpas tubulares –y modulables- de la casa Vondom en un espacio ideal para el disfrute y el relax.

De izquierda a derecha, Desnudo de etiqueta, Vivarium y B. E. British Embassy.

 La planta baja del edificio dispone de un gran patio central, ahora destinado a la zona de restauración culinaria, junto a la que se encuentra la recepción y el distribuidor con los ascensores. Es aquí donde muestran sus propuestas Juliana de Luca y Angelica Eriksson (Vivarium -original propuesta para decorar escaleras-), Juan Artaza, Pepe Martín y Simona Garufi (Desnudo de etiqueta), Diego Rodríguez (Lenguaje de los materiales), Miguel Menéndez-Morán (Arquitectura efimera) o Cuca García Lorente (B. E. British Embassy), entre otros.

Arriba a la izquierda, Sentido y sensibilidad. Debajo, Open living. A la derecha, Embajada dentro de la embajada.

En la primera planta se concentran varias galerías de arte junto a los trabajos Sweet home relax, de Alfonso Tost; Sentido y sensibilidad, la elegante propuesta de orden ecléctico de Javier Castilla; Open living, precioso concepto de cocina integrada en salón de la joven interiorista Beatriz Silveria; Embajada dentro de la embajada, del también joven decorador e interiorista Manuel Espejo, que sobresale por la calidez y por su dominio de los juegos geométricos y los efectos visuales y Surround, moderno concepto de cocina vintage-industrial, de Martín Gianello. Miradas al planeta Tierra, el vanguardista espacio-auditorio de la Escuela de Diseño IADE, da paso al acceso a la segunda planta.

Arriba, de izquierda a derecha, Room natura, Desk-Room y Un lugar para la sorpresa. Debajo, Verbena, Stars y Suite&Control.

Entre otros, en esta planta se encuentran las propuestas Room natura, acogedor dormitorio y zona de relax de Cristina Barriga y José María Pascual;  Desk-Room, espacio de trabajo con cierta influencia de los años 30 y 40 de Carlos López Fidalgo; Verbena, un alegato a la naturaleza floral y animal mediante el diseño integral del ambiente de los hermanos Moreno (Esther, Manuel y Marta); Un lugar para la sorpresa, sala de comedor y de estar con mobiliario vanguardista de los hermanos Cabezuela (Francisco, Silvia y Alberto); Convergencias, proyecto con el que el arquitecto Oscar Vautherin pretende “desdibujar los límites físicos de la pared mostrando un espacio de dualidades contrapuestas y su coexistencia con una realidad proyectada” y en el que destacan sus esculturas de hierro forjado en forma de árbol; Stars, un espacio para el descanso del joven arquitecto gallego Daniel Peroja y, por último, Suite&Control, una zona de estar, otra de dormitorio y otra aguas (concepto de una habitación de hotel) creada por Manuel Núñez Uceda y Sergio Moreno, de Artefactum, en la que a más de un visitante le gustaría pasar más de una noche…

De izquierda a drerecha, el despacho del embajador, Para una mujer muy especial y Espacio de trabajo.

Las tres plantas son idénticas, excepto la última, que acoge el impresionante despacho del embajador –transformado para Casa Decor por la arquitecta Olga Palmero- y una zona acorazada, tipo búnker, donde estaban instalados los controles de seguridad de la delegación diplomática. Es en esta tercera planta donde, además, se exponen los proyectos Para una mujer muy especial, del interiorista Javier Muñoz y Espacio de trabajo, de Dulce Rodríguez Acosta para DF Arquitectura.