Su primer contacto con el mundo del arte aconteció con tres años, “cuando en la fachada de la casa de sus padres dibujé un sol enorme” a modo de graffiti. Desde entonces, el Arte es el hilo conductor de la trayectoria vital y profesional de Verónica Martínez. Comenzó a estudiar la carrera de Bellas Artes en Madrid pero la concluyó en Barcelona, donde se desplazó para cursar también Interiorismo. A estas dos disciplinas, sumó estudios de diseño de producto y diseño gráfico.
Verónica se trasladó a Inglaterra para prolongar su formación gracias a una beca. “Allí comencé a trabajar en una empresa como diseñadora gráfica realizando páginas web. Después, como freelance, desarrollé proyectos de interiores para escuelas, bares, restaurantes, etc. en estudios de interiorismo y arquitectura. Me dedicaba siempre a diseñar y me gastaba todo el dinero que ganaba en exponer en las ferias a las que iba”. Pero el talento de esta diseñadora granadina se alimenta, en buena medida, de la luz, el calor y la alegría, por lo que “harta de la climatología inglesa, decidí volverme a España”.
Leaf es un columpio de madera hecho a mano, en madera maciza de Cerejeira (roble brasileño). Esculpido por el español Suso Dorego, es el primer gran éxito de Verónica, del que ha vendido miles por todo el mundo.Ya en nuestro país, creó Verónica Martínez Design, su propio estudio de interiorismo y diseño de mobiliario, y comenzó a preparar proyectos para presentarse a concursos de ámbito internacional. “He dedicado todo el tiempo del que dispongo a mi profesión. Tanto, que incluso en mis horas libres diseñaba muebles y objetos arquitectónicos-escultóricos inspirados en la naturaleza. De esta manera surgió Mare, proyecto con el que pude participar en la zona de jóvenes diseñadores de la Feria Internacional del Mueble de Valencia, en 2007. Se puede decir que ahí empezó todo”. En el año 2008, y con sus propios recursos económicos, “pude exponer en las feria de Milán y de Londres, de este modo, empezaron a llegarme los primeros encargos del columpio Leaf, que es la pieza estrella de mi colección. El éxito fue tal que, al ver que los pedidos me llegaban de todas partes del mundo, decidí hacer una página web en exclusiva para la venta del columpio”.
Mare, inspirado en las olas del mar y concebido como un pavimento continuo que se eleva para formar los diferentes mobiliarios.La evidente proyección internacional del trabajo de Verónica no la ha alejado de sus raíces. “Todos los proyectos que he sacado adelante los he producido en España. En Inglaterra pagan muy bien, es cierto, pero tengo claro el convencimiento de que los artesanos españoles son muy buenos, mejores que los italianos, incluso, aunque ellos se venden mejor. De hecho, siempre he organizado y producido mis productos en España”. Así, inspiradas en la naturaleza hispana, surgen sus creaciones” con alma, piezas de arte de las que puedes disfrutar, emocionarte. Trabajo con escultores y artesanos para producir cada pieza porque son como genios que trabajan de manera única cada material y tienen un conocimiento perfecto de cada proceso de producción. Además, aportan un pedacito de su alma a cada diseño…”.
Sin embargo, no todo es de color de rosa en nuestro país: “Quiero apoyar a España porque hay un potencial impresionante y hay que reforzarlo, especialmente en el campo del diseño. Es una lástima que habiendo tan grandes profesionales del diseño españoles, el dinero de nuestras empresas se invierta en diseño extranjero. Nuestro desempeño se valora más en el exterior. A modo de ejemplo, tuve la ocasión de exponer mis diseños en Casa Decor en la edición de 2012 y, ciertamente, conseguí muchos contactos, pero poco más. Seguro que si fuese extranjera me valorarían más”. Tanto es así que cinco de sus proyectos han sido publicados en el libro European Product Design.
A la izquierda, la colección Zen para el jardín. A la derecha, el banco inspirado en la flor de Cala.Verónica no descarta volver a vivir en el extranjero. “De momento aguanto en España con los recursos económicos que aún me quedan, pero estoy muy decepcionada con la situación que atraviesa el país. Aquí tengo mucha gente que me ayuda, y que lo está haciendo muy bien, pero la realidad es que ahora vendo todo más allá de nuestras fronteras. De hecho, ya estoy buscando inversores; contactando con hoteles a los que les pueda interesar mis productos y con empresas con las que me gustaría colaborar en el interiorismo de sus eventos…”. Su proyecto más inmediato es inminente: “Este mes de septiembre, hemos conseguido que una tienda de superlujo en Milán exponga mis productos, pero quiero más. ¡No paro!”. La vida es un cambio constante, “que te permite crear cada día y ser diseñadora-escultora, es mi gran deseo”.
Me gusto mucho la historia, me entretuve leyendo. Al ver las fotos me me gusto de inmediato el trabajo de Verónica, les envío un saludo.