Cuando una cita anual es mucho más que la referencia de un sector, implica números imposibles y además abarca ámbitos que sobrepasan su naturaleza original, debe reinventarse necesariamente. El Salone de Mobile de Milano —conocido en España como la Feria de Milán— cumple este año 57 ediciones y promete desbordar todas las expectativas con un sinfín de propuestas, superando los 205.000 metros cuadrados de superficie de exposición neta, más de 2.000 expositores y un 22% de empresas extranjeras.El interiorismo goza de una excelente salud y esto se traduce en altas dosis de creatividad, innovación y, por supuesto, calidad. Para ello, la Feria de Milán propone cinco certámenes simultáneos que se celebrarán en el recinto de Fiera Milano en Rho, desde el martes 17 hasta el domingo 22 de abril.
Pero este año, la gran novedad es el lanzamiento de ‘El Manifiesto’, una declaración de intenciones que sirve, a partes iguales, para reinventar la feria, elevar la ciudad de Milán al lugar que se merece y reivindicar la posición del salón como referencia absoluta en el mundo del interiorismo, mobiliario, decoración y diseño. Todo ello sentando las bases de una nueva manera de pensar, construir un sistema y diseñar, pero mirando más allá del propio ombligo y planteándose objetivos nuevos. Entre estos destacan la calidad sostenible, la inclusión, el compartir, la colaboración y el valor del talento de los jóvenes, así como el patrimonio cultural.
Como la ciudad de Milán se convierte en la gran protagonista, la feria escapa de sus muros habituales y cruza las fronteras en forma de exposición. De este modo, desde el 17 hasta el 25 de abril en la Plaza de la Catedral, frente al Palacio Real, los visitantes podrán deleitarse con un pabellón repleto de ideas y diseños verdes. No es esta la única novedad. La coherencia con El Manifiesto ha sido la base de unos nuevos galardones que premiarán lo mejor de las ideas, la creatividad, la innovación y la tecnología, el viernes 20 de abril en Palacio Marino.
En la 57º edición de la Feria de Milán, coincidirán algunos de los certámenes clásicos anuales con otros bienales, lo que supone una exhibición coetánea de cinco muestras paralelas. Al Salone Internazionale del Mobile y el Salón Internacional del Artículo Complementario para la Decoración —que se presentarán subdivididos en las tipologías ‘Clásico: la Tradición en el Futuro’, ‘Diseño’ y ‘xLux’— hay que sumar EuroCucina, su propuesta paralela Technology For the Kitchen y el Salón Internacional del Baño. Además, no podía faltar el cada vez más reconocido Salone Satellite.
El Salone ya no es una simple feria, sino una experiencia global. El público general cada vez se acerca más a este fenómeno internacional para estar cerca de las empresas, creativos y cazadores de tendencias. Las mentes más inquietas del mundo acuden a Milán, a la parada anual obligatoria, donde pueden investigar para sentar las bases de futuros proyectos. Los maestros del gremio estudian la forma de fusionar la historia con la vida contemporánea, la naturaleza con la producción, la ciudad y sus espacios, siempre en diálogo directo con la juventud, compartiendo necesidades, ideas y experiencias.
Lo artesanal y lo industrial, grandes y pequeños, modernos y clásicos, profesionales y ciudadanos de pie, todos peregrinan a Milán cada año porque han de estar allí para disfrutar de la red de oportunidades, de la emoción, del entusiasmo, del espíritu emprendedor y del orgullo de participar en un evento que atrae a la ciudad a más de 300.000 personas y que tiene repercusión internacional. En el mejor escaparate del mundo —en el escenario más grande— cuando se abran las puertas manará un flujo incesante con un sinfín de imágenes, símbolos, iconos, expresividad e ideas, muchas ideas.