La arquitecura orgánica y su apuesta por el hombre

La arquitectura orgánica es un movimiento arquitectónico que fomenta la armonía entre el hábitat del ser humano y su entorno, el mundo natural. Integra los edificios y su mobiliario a sus alrededores mediante el diseño para que se conviertan en parte de una composición unificada y correlacionada; pretende la identificación del edificio con su entorno natural.

La arquitectura orgánica comparte muchas de las premisas del racionalismo, como son la planta libre; el predominio de lo útil sobre lo ornamental o la incorporación a la arquitectura de los adelantos –comodidades- que aporta el progreso técnico, pero procura evitar algunos de los errores en que cae el racionalismo, como la excesiva aplicación de la ley del máximo ahorro y el abuso en el uso de vidrieras continuas.

Como movimiento arquitectónico, el estilo orgánico trata de aportar nuevos valores a la arquitectura, como tener en cuenta en sus proyectos la psicología humana; acentúa la colaboración entre distintos profesionales; valora la importancia de la acústica, los colores, la luz y los materiales y al espacio se le da una fundamentación fisiológica y psicológica. Considera que no debe seguirse un criterio excesivamente racional y funcional en arquitectura y sí recuperar el valor ornamental y emocional de los edificios.

 El estilo orgánico se deriva del funcionalismo o racionalismo y que nació promovido por los arquitectos escandinavos de la década 1930-40 -Erik Gunnar Asplund (1885-1940) en Suecia y a Alvar Aalto (1898-1976) en Finlandia- y, también, por el arquitecto americano Frank Lloyd Wright (1867-1959). A ellos les siguieron grandes de la arquitectura como Antoni Gaudí, Gustav Stickley, Louis Sullivan, Bruce Goff, Rudolf Steiner, Bruno Zevi, Hundertwasser, Samuel Flores, Imre Makovecz, Javier Senosiain o Antón Alberts…

 Con ellos llegaron nuevos conceptos, como que la arquitectura está al servicio del hombre, y no al revés; que el trabajo del arquitecto no debe limitarse a las estructuras o a la disposición de los ambientes, sino que debe extenderse a las necesidades del hombre. Así, nace una nueva conciencia de los espacios internos: Asplund, Aalto, Lloyd y sus seguidores estudian los ambientes, los recorridos y los movimientos del hombre en el hogar y crean espacios idóneos. El resultado son espacios con formas complejas, no repetidas, económicamente más costosas y difíciles de industrializar.

Las obras de los grandes arquitectos orgánicos son muy personales, singulares. Entre ellas destacan la Biblioteca de Viipuri (1930) y el pabellón finlandés en la Exposición de Nueva York de 1939, ambos de Aalto; la ampliación del Ayuntamiento de Goteborg (1937) de Asplund, y la casa de la Cascada, de Frank Lloyd Wright.

Aspecto exterior e interior de la Biblioteca de Viipuri.

 

En la imagen de la izquierda, la ampliación del Ayuntamiento de Goteborg. A la derecha, Casa Nautilus, de Javier Senosiain.

 

Manuel y Fernando (haciendo honor a su apellido) junto a productos de redo-me.

“Los productos redo-me te invitan a jugar, tienen una estética muy cuidada, y son muy funcionales”

Fernando Pino y Manuel García de Paredes son Paredes & Pino Arquitectos; y también redo-me y, además, docentes en el IE University of Architecture del campus de Segovia… Fernando y Manuel son arquitectos, diseñadores y docentes con numerosos premios nacionales e internacionales que avalan su trayectoria: EUROPAN 5 y 6; el Centro abierto de Actividades Ciudadanas de Córdoba (CAAC); las viviendas para la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS); El edifico de Juzgados de lo Contencioso Administrativo en la Ciudad de la Justicia de Madrid; el Pabellón Olímpico de Gimnasia y los edificios de accesos y servicios de la Villa Olímpica para la candidatura 2016 o el Centro multifuncional de Yebes en Guadalajara, entre otros. Sigue leyendo

Colección Tati, de Arturo Álvarez

Arturo Álvarez es uno de los 10 mejores diseñadores españoles de 2013 según The Culture Trip, un prestigioso magazine internacional sobre arte, cultura y viajes. Junto a él, figuran nombres tan relevantes como Patricia Urquiola, Luis Eslava, Héctor Serrano o Jaime Hayón entre otros. The Culture Trip destaca del trabajo de Arturo Álvarez la nueva visión que aporta de las técnicas artesanales dentro del proceso productivo y la creación de un lenguaje propio a través de la innovación y el desarrollo de nuevos materiales que dan forma a sus lámparas hechas a mano. Sigue leyendo

Luis Vallejo, en un rincón de su estudio, entre rocas y árboles, sus grandes pasiones.

“El paisajismo es una disciplina muy plástica y creativa; cada proyecto tiene vida propia y está por encima del proyectista”

El estudio del paisajista Luis Vallejo acumula ya más de 30 años de experiencia. “Somos el estudio más completo que hay en España. El equipo está constituido por ingenieros agrónomos, arquitectos… y yo, que estoy al frente y soy paisajista”, explica Luis Vallejo. ¿Y cómo llega uno a ser una referencia mundial en el paisajismo? “Crecí en una familia de viveristas y arboricultores, ya que mi padre tenía un vivero. Mi formación va más bien por la ingeniería y, la práctica profesional, por el paisajismo. Ahí es donde aprendo a base de experiencia, ya que me he movido desde pequeño en el mundo de la biología y la botánica, de forma intuitiva. Trabajé hasta el año 83/84 en la empresa familiar”. Sigue leyendo

Frederick J. Kiesler es el protagonista de la exposición El escenario explota, que que acoge la Casa Encendida.

Frederick J. Kiesler, un referente indiscutible de la arquitectura, el diseño y la artes plásticas

Frederick J. Kiesler es considerado como uno de los artistas visionarios del siglo XX. Su variada obra abarca desde la arquitectura a la escultura pasando por el diseño, la pintura y el teatro. Gran parte de su obra se puede contemplar ahora en la Casa Encendida de Madrid, que ha organizado la exposición Frederick Kiesler. El escenario explota.

Kiesler nació el 22 de septiembre de 1890 en Czernowitz, en aquel entonces parte del Imperio Austro-Húngaro, pero hoy en día es Ucrania. Estudió en Viena, en la Universidad Politécnica y en la Academia de Bellas Artes y pronto empezó a despuntar. Sigue leyendo