Juan Manuel Gómez es arquitecto de formación por la Escuela Politécnica de Madrid y acumula más de 20 años de experiencia en la élite de la arquitectura y del diseño internacional. Ha colaborado con los mejores estudios de arquitectura del mundo, entre ellos, los de Richard Rogers, Valode & Pistre, del que fue director, o Herzog & De Meuron en el que fue responsable de la primera fase del proyecto La Vela, futura sede central del BBVA a las afueras de Madrid.

En el año 2011 decidió que había llegado el momento de emprender. Adiós a una prometedora y fulgurante trayectoria…
Han sido 20 años en la élite y decidí que eran suficientes porque es un mundo muy competitivo y agresivo. Llegó un momento en el que, además, con la crisis que afecta a la arquitectura, el sector estaba muy triste y era el momento de tener mi propio barco.

Un golpe de timón considerable en su vida…
Sí. En enero de 2013 decido crear mi propia marca de diseño de muebles, QoWood, y un año después logramos salir al mercado. He diseñado la mayoría de las piezas de la colección pero en este proyecto he invitado a gente de mucho talento que han aportado sus propios diseños, que hemos logrado desarrollar juntos.

¿Quiénes son sus compañeros de viaje?
He invitado a gente de mucho talento como Carlos Higinio, Andrés Monzú, Fernanda Hannah, Pablo Beltrán, Kathryn Lamoureux y Neil Aspinal. Son profesionales jóvenes pero con una trayectoria impresionante de la que he disfrutado porque habían trabajado anteriormente en mis equipos.

¿En qué consiste esa colaboración?
Ellos aportan sus diseños y desarrollamos la pieza juntos, desde el papel hasta su fabricación. Todos los prototipos, muebles y productos me los llevo a casa para probarlos y convivir con ellos una vez fabricados. Como son piezas que va a ser de utilidad, las vivo, las utilizo; convivo con ellas y, así, cuando te sientes a gusto, decides que ya pueden salir al mercado. En este año hemos desarrollado 25 piezas. Fabricamos todo en España.

¿25 piezas en apenas nueve meses?
Sí. Estos meses ha sido como una explosión. El hecho de haber sacado tantas piezas en apenas un año casi nadie se lo cree. Normalmente una empresa de muebles tarda 3 o 5 años en empezar a vender y nosotros en un año ya lo hacemos a través de Internet, principalmente. Los muebles se comercializan a través de nuestra web y en las mejores tiendas de Europa y Madrid, como Volumen, que ha expuesto nuestras piezas.

¿Funciona la venta de muebles de diseño a través de Internet?
Sí, a nosotros sí. Yo pensaba que la relación con el cliente sería más fría pero me ha sorprendido la relación tan directa que se puede establecer a través de la Red. Casi todos nuestros clientes son extranjeros, españoles muy pocos. El nicho de mercado que está comprando nuestras piezas es gente muy culta, que sabe lo que compra y que sabe lo que quiere. Lo tiene clarísimo: casi todas las ventas que hemos realizado han sido básicamente en uno o dos días y eso que los precios oscilan entre los 400 euros de un taburete hasta los 3.000 ó 4.000 de una mesa. Para dar a conocer QoWood nos hemos metido en plataformas online como Architronic. A partir de ahí, comenzó el despegue y ya estamos vendiendo en todo el mundo.

Parece entonces que sigue subido a la cresta de la ola…
El logro es la gente que ha creído en el proyecto. Además de los colaboradores, he conseguido que se unan a QoWood -no como socios- proveedores estratégicos españoles como el fabricante de los muebles, que ha producido los prototipos asumiendo el riesgo ya que yo no he participado económicamente en ellos. Eso sí, ahora tienen la exclusividad de fabricación, algo de lo que estoy muy orgulloso. Los diseñadores han aportado sus diseños y se llevarán sus royalties. Así, todos salimos ganando. Además, yo que he trabajado por todo el mundo puedo asegurar que en España hay unos profesionales estupendos, que trabajan muy duro, gente muy válida. Estoy orgulloso de producir toda la colección en España.

La madera pasa a ser, entonces, un nuevo referente en su trabajo
La madera es nuestra materia prima principal, básicamente, porque es la materia prima que mejor conozco, desde pequeño, porque en mi casa teníamos un taller. Además, tiene unas características que no tiene ningún otro material como la textura, la calidez, temperatura… Es el material más noble, porque tiene color y dibujo, betas… es muy agradecido. En QoWood trabajamos con madera maciza, no laminada, y no resulta fácil porque al ser una materia viva, se encoge, se mueve, se dilata, cambia de color… pero es lo que nos gusta. Lo bueno que tiene la madera maciza es que se lija y queda como nueva. Aunque en España nos encanta el barniz, nosotros no utilizamos barnices porque hacerlo es como tapar la madera, sólo le damos un tratamiento con aceites naturales, con lo cual, con el tiempo, se sigue dilatando. Una mesa QoWood dentro de 300 años será más bonita todavía. Es la ventaja de nuestra manera de entender la madera.

Nacked Rack, el precioso perchero que causa furor en el centro de Europa.

Vender por todo el mundo le permitirá diferenciar las diferentes culturas del mueble más allá de nuestras fronteras…
En todas las capitales del mundo hay exposiciones de muebles y productos locales pero en España eso es difícil de conseguir. Deberíamos promocionar la marca de mueble español aunque en nuestro país no hay cultura del mueble, como en Italia o los países escandinavos. Una de las piezas que más estamos vendiendo en el centro de Europa es el perchero Nacked Rack, que es una preciosidad. Sin embargo, en España no se venderá nunca porque no hay cultura; hay cultura de armario empotrado, que está muy bien, pero no de perchero, que para mí es más bonito. Las mesas, por ejemplo, se están vendiendo más en Londres y París, en Suiza también… Algo que sólo se ofrece en QoWood, y que nos ayuda en la venta es que todos los muebles los fabricamos bajo pedido y totalmente personalizados; nombrados y numerados. Y sin sobreprecio. Son obras de arte, casi esculturas.

A la izquierda, imagen de la Oruga Table; a su derecha, la Yoy Table.

Sus diseños de caracterizan por ser muy puros, limpios de forma
Una característica de nuestros diseños es que somos muy honestos con los materiales. En QoWood llevamos al límite nuestros diseños, es una de nuestras señas de identidad. Por ejemplo, la Swiss Chair tiene tal ligereza y elegancia que parece mentira que sea de madera maciza pero el roble y el nogal nos permiten eso. En este caso, el roble con el que trabajamos es americano o rumano, los mejores, pero no sólo la madera es la protagonista de nuestros proyectos: el hierro lo oxidamos y tratamos manualmente para que siga siendo hierro y perviva durante los años.

¿Su futuro estará ligado entonces a la madera?
Yo creo que hay que especializarse, yo controlo la madera y es por lo que he empezado pero ya daré pasos poco a poco. Yo he tenido la suerte de trabajar con genios, con gente que está haciendo historia, me empapé de ellos y ahora está claro que esa experiencia se refleja en mi trabajo actual.

¿Y qué es lo mejor que aprendió de cada uno de ellos?
De Herzog he aprendido su sinceridad con los materiales, los muestra tal y como están y con los conceptos de arquitectura. De Richard Rogers, el riesgo. Como se observa en su trayectoria, en sus obras arriesgan cuando creen en algo. Son gente comprometida. De ambos me llevo, sobre todo, su apuesta por la calidad a largo plazo y por el trabajo bien hecho.