Desde el diseñador industrial, hasta el escultor o el artista plástico, pasando por el arquitecto, todos ellos necesitan conocer los materiales con los que trabajan para desarrollar adecuadamente sus obras y alcanzar sus metas creativas. Sin embargo, esta labor no resulta sencilla en la actualidad. Debido a la inmensa cantidad de información presente en Internet, los autores se ven absolutamente desbordados por una infinidad de propuestas, de numerosísimas empresas especializadas.
La variedad es casi infinita y el nivel de innovación es propio de una película de ciencia-ficción. Existen materiales iridiscentes, extremadamente duros, de alto rendimiento, ecológicos y sostenibles, transparentes, aislantes, dulces, metálicos, naturales, líquidos e incluso “inteligentes”.
El diseño transmite sensaciones, emociones y estados de ánimo, pero además debe cumplir perfectamente con la función. Cada creador debe conocer a la perfección todos esos parámetros que trasladan la idea hasta el consumidor: ¿material cálido o frío? ¿suave, duro, flexible, rígido? ¿trabajar con la vista, el oído y el tacto? ¿jugar con la luz, el sonido o incluso con su sabor?
Hoy en día se puede trabajar con ladrillos que aspiran polución o fabricados con colillas de cigarrillo. También es posible desarrollar creaciones con cemento que desprende luz, muebles biodegradables, muelles flotantes o madera traslúcida. El futuro que deparan los nuevos materiales es asombroso. Por ejemplo, hablamos de musgo estabilizado que no necesita mantenimiento y que es uno de los mejores aislantes acústicos del mercado. Disponible en varios colores, para más inri.
El coste, apariencia y utilidad de la producción final dependerá en gran medida del material seleccionado para cada obra. Más allá de la clase de producto con la que se trabaje, y de sus aspectos técnicos y comerciales, el material innovador puede aportar un importante valor añadido. Por este motivo resulta fundamental conocer qué tipo de material existe en el mercado, cómo trabajarlo y donde encontrarlo.
Para ahorrar el trabajo a los diseñadores, se han creado multitud de plataformas, portales y páginas web que actúan como buscadores o selectores de materiales. En ellos, normalmente, se puede encontrar información sobre cada material, así como fotografías, propiedades y usos, además de métodos de contacto con las empresas que los desarrollan y fabrican.
Algunas de las tareas más destacadas de este tipo de bases de datos es detectar la potencialidad de un material para ser transversal, es decir, identificar materiales que se trabajan en un sector en concreto y pueden a la vez desarrollarse también en otro distinto. Esta visión pluridisciplinar suele darse cada vez con más asiduidad en sectores tan diversos como el transporte, la biotecnología, la cocina o la construcción.
Algunas de estas bases de datos de materiales de reconocido prestigio son Happy Materials, Plástico o Green Spec, que trabajan con materiales innovadores, polímeros y plantas, respectivamente. Por último, destacar el archivo de Key To Metals, considerado el más grande del mundo.