Como ya adelantamos a finales del año pasado en el blog de Volumen, el pabellón de España en la Bienal de Venecia se está mostrando como uno de los grandes atractivos de la cita. Bajo el nombre de Becoming, la propuesta comisariada por la arquitecta Atxu Amann está resultando ser una digna heredera de aquella que se alzó con el León de Oro hace dos años. Unfinished —así se llamó la exposición curada por Carlos Quintáns e Iñaqui Carnicero— giraba en torno a cómo nuestra arquitectura tuvo que adaptarse a los tiempos posteriores a la crisis del ladrillo.
En esta ocasión, la mirada es radical y hacia delante en el tiempo. Becoming es toda una declaración de intenciones futuras y por ello se ha concebido a partir de más de 50 adjetivos votados por el público y materializado con los trabajos de estudiantes de arquitectura recogidos entre los años 2012 y 2017. En total, se trata de 293 propuestas recogidas en el pabellón virtual (www.b-e-c-o-m-i-n-g.com), de las que 143 permanecen expuestas de forma física en Venecia.
Las convocatorias específicas realizadas por Becoming han servido para que los estudiantes propongan una remodelación del espacio perimetral del propio Pabellón de España y, por otra parte, una recuperación de su espacio trasero. Otro de los llamamientos ha centrado su atención en los pabellones de Holanda y Bélgica —además del español—, y llevaba por título Out of the Box Celebration. En este caso, ganó la propuesta que aboga por hacer desaparecer las divisiones entre los espacios expositivos y también entre los países.
Más allá del eclecticismo y el sentimiento emergente de Becoming, existe mucha Bienal por explorar. No en vano, la exposición internacional tiene numerosas semanas aún por delante hasta su clausura el 25 de noviembre. Entre las instalaciones o exhibiciones más destacadas, aparte de las habituales en los centros neurálgicos tradicionales de la Bienal como son el Giardini y el Arsenale, se encuentran los galardonados pabellones de Suiza y Gran Bretaña que han obtenido el León de Oro y de Plata, respectivamente, en la categoría de participación nacional de la presente edición.
En lo que se refiere a la categoría de Mejor Participación de la muestra internacional, los premios recayeron sobre el arquitecto portugués Eduardo Souto de Moura (León de Oro) y el belga Jan de Vylder (León de Plata), mientras que el indio Rahul Mehrotra y el indonesio Andra Matin obtuvieron sendas menciones especiales del jurado. Finalmente, el León de Oro por Trayectoria fue a parar a manos de Kenneth Frampton, por un trabajo que destaca por “su visión e inteligencia extraordinarias, combinadas con un sentido único de integridad”, según destacó la dirección de la Bienal.
Otros espacios que están destacando por su número de visitantes o por los elogios que reciben de los mismos son el de Venezuela —con más de 15.000 visitas en poco más de un mes— o el de Alemania, que de nuevo centra su mirada en lo que supuso la división de Berlín y construye un discurso en torno a la libertad, la prisión, la muerte y el renacimiento. Argentina, Francia e incluso el Vaticano, también están acaparando la atención del público y la repercusión mediática en esta primera mitad de Bienal.