La sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (c/Hortaleza, 63) acoge hasta el 23 de abril, la exposición Vivir con un icono. Es un recorrido por el siglo XX a través de los 50 diseños (muebles y objetos) que, aunando tecnología, funcionalidad y belleza, revolucionaron una época.
La muestra ha sido comisariada por la publicación AD España y entre las piezas seleccionadas se encuentran el primer grifo monomando; la primera mesa que acabó con la tiranía de las cuatro patas; la silla que integró los tubos del chasis de las bicicletas; el smartphone-joya de diseño ergonómico…
Como explica Enric Pastor, director de AD España, “WWassily, Tulip, Vola, Eclisse, Djinn, Sacco… Todos tienen nombre propio y apellido de padres ilustres. Son sillas, mesas, lámparas cotidianas y hasta un simple vaso, un cenicero o una aceitera que seguramente habrás usado mil veces. Diseños nacidos con una intención funcional que el paso del tiempo ha convertido en iconos por derecho propio”.
“Detrás de cada idea, de sus formas y materiales, además de un golpe de ingenio, hay una pequeña revolución. Una historia de logros que han cambiado la manera de vivir de varias generaciones”. Para Pastor, Vivir con un Icono “es una mirada atrás a los últimos 100 años, a la historia del siglo XX que es la historia del Diseño, a las piezas nacidas bajo las directrices funcionales de la Bauhaus que han supuesto un antes y un después. La tecnología (materiales, técnicas, montajes, aplicaciones…) es la herramienta básica para del avance del Diseño. Nuestra selección refleja que a veces hay un tiempo de maceración inevitable para que una mesa, por ejemplo, alcance la categoría de obra de arte, pero también muestra otras piezas, como un teléfono móvil desarrollado en 2015, que ya ha nacido como un clásico instantáneo”.
Vivir con un Icono es, en palabras de Pastor, “un homenaje a esas mentes visionarias, a esos hombres y mujeres, diseñadores, arquitectos o ingenieros con talento que arriesgaron (y arriesgan) y que, con una decisión innovadora, nos han hecho el día a día más confortable, a veces de manera gradual e imperceptible, y otras de forma inmediata y llamativa. Desde la butaca que patentó la madera contrachapada moldeada a una tumbona de espuma de poliuretano que se vendía envasada al vacío; de una papelera que incorpora un pedal para no tener que usar las manos a un taburete de aluminio que adopta forma hinchándolo con aire; de un asiento de bolitas de poliuretano donde sentarte como quieras a una silla dibujada en 3D por un robot con desechos de refrigeradores… De 1925 a 2015 cada una de las obras de esta exposición son ahora diseños indispensables”.