Entre los días 13 y 15 de noviembre, promotores y usuarios de viviendas Passivhaus abren sus puertas para todos los interesados en conocer las ventajas de habitar un Edificio de Consumo de Energía Casi Nulo (ECECN). Y te preguntarás, ¿qué son las Passivhaus?, pues son casas pasivas, es decir, viviendas cuyo gasto energético es casi nulo al disponer de un alto grado de aislamiento: en invierno apenas consumen calefacción y en verano no precisan de aire acondicionado.
Una de estas construcciones está ubicada en Guadalix de la Sierra y ha sido la primera construcción que recibe el certificado Passivhaus en la Comunidad de Madrid. El Passivhaus Institut de Alemania otorga esta acreditación a las construcciones que cumplen con una serie de exigentes estándares sobre eficiencia energética, que aseguran un alto nivel de confort interior, tanto en invierno como en verano, con un consumo de energía mínimo.
La empresa madrileña 100×100 madera, especializada en construcción ecológica, es la autora esta vivienda showroom, con la que quiere dar a conocer un sistema de construcción enfocado a conseguir el máximo ahorro energético en el hogar, utilizando materiales naturales. La casa, con una superficie de 135 metros cuadrados, distribuidos en salón comedor, tres dormitorios, baño y porche, cuenta con estructura de madera de pino nórdico procedente de bosques sostenibles. Además de las cualidades aislantes de la madera, los excelentes resultados en eficiencia energética se consiguen gracias a la combinación de diferentes técnicas como el diseño bioclimático, la instalación de un sistema de ventilación de doble flujo con recuperador de calor o el empleo de energía renovable, la aerotermia, para calentar el agua. Además, en su construcción 100×100 madera ha utilizado aislamientos ecológicos y ventanas de madera laminada con triple cristal.
Obtener el certificado que otorga el Passivhaus Institut de Alemania, el más exigente del mundo en cuanto a eficiencia energética, no es tarea sencilla. Es necesario dotar a la vivienda de un gran aislamiento para paredes exteriores y cubiertas, eliminar los puentes térmicos, alcanzar unos excelentes valores de estanqueidad de la envolvente del edificio, disponer de ventilación mecánica con recuperación de calor, así como utilizar ventanas y puertas de altas prestaciones.
Esta vivienda unifamiliar de Guadalix de la Sierra está diseñado y construido para tener el menor gasto energético posible, puesto que permite un ahorro de hasta el 90% en la factura de energía respecto a la construcción tradicional. Pero la construcción pasiva no está limitada a las viviendas unifamiliares, sino que también se puede aplicar a edificios en altura, hoteles, centros comerciales, colegios, escuelas infantiles o residencias de ancianos, como explican en 100×100 madera. “Ante cuestiones que suscitan una gran preocupación social como la pobreza energética o el cambio climático proponemos un modelo de construcción sostenible, de calidad, que procura un sustancial ahorro en climatización. No olvidemos que nuestro sector es el responsable del 40% del consumo de energía y el 36% de emisiones de CO2”.