Hoy es posible disponer en nuestra vivienda de las exquisitas piezas que elaboran los maestros cristaleros checos. Desde que Volumen comenzó a trabajar el año pasado de forma directa con la firma Brokis, el catálogo de productos de iluminación de alta calidad y diseño se ha incrementado significativamente. Las perspicaces propuestas de Brokis —colecciones imaginadas por diseñadores premiados y reconocidos a nivel internacional— suponen la fusión ideal del tradicional cristal soplado a mano, con los materiales más selectos y contemporáneos.
Una de las colecciones más exclusivas de Brokis, y que mayor éxito ha cosechado durante el año que ahora termina, ha sido Big One. Esta nueva luz de gran formato cuenta con dos versiones —grande y pequeña— en función de las necesidades y requerimientos de cada cliente. Se trata de una sofisticada burbuja suspendida en el centro de una gran esfera, que evoca una sensación permanente de levitación.
Simple y emocionante, pura y equilibrada. Big One emite una luz poética y amable que interactúa con todos los elementos presentes en la sala. Es una dulce invasión luminosa que toca cada rincón sin corromperlo, dotando al espacio de fuerza y misticismo.
Su luz resalta la belleza de determinadas texturas, en ocasiones los opuestos remarcan sus diferencias en un diálogo interesante. Su nombre delata sus intenciones, lo grande se hace aún más evidente, aunque sorprendentemente lo pequeño también crece de la mano de Big One.
Nos encontramos ante una creación de Brokis que también respira elegancia, a pesar de lo atrevido de su diseño. Es una fuente inagotable de creación de ambientes, solo hay que saber jugar con las posibilidades de cada entorno.
Big One actúa a través de su cristal exterior, el cual está disponible en acabado gris humo transparente o totalmente transparente. Por su parte, el vidrio interior permite la elección entre un rosa claro transparente, rojo transparente, humo gris transparente o triplex opal.
Su genio creador es Lucie Koldová, una de las grandes diseñadoras checas del momento. A pesar de su juventud, trabaja en Chequia y Francia para diferentes marcas, todas ellas de enorme prestigio. También le avala su formación. Tras graduarse en la escuela Superior de Artes Aplicadas, se mudó a París a finales de la década pasada. Allí fue donde ganó renombre y estableció una envidiable clientela internacional.
Koldová es consciente de que Big One es un producto que enamora desde el primer momento. Su luz es un flechazo directo al corazón de los creadores de espacios equilibrados. Pocas colecciones en el mundo de la iluminación consiguen ser tan eficientes y aunar energía y capacidad con el encanto y la suavidad que lo hacen las dos versiones de Big One. Su luz es música para los ojos; su belleza abarca cada ángulo y recodo de cualquier estancia.