La arquitectura está “de fiesta” en la capital. Un año más, la Semana de la Arquitectura acercará a profesionales, aficionados y ciudadanos en general las bondades de esta disciplina, que ya ha alcanzado su 13ª edición. En esta ocasión, las jornadas acapararán 11 días del calendario, del 29 de septiembre al 9 de octubre. Está organizada el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y el Ayuntamiendo de Madrid. Sigue leyendo
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Tadao Ando, la leyenda oriental cumple 75 años
El premio Pritzker de 1995 acaba de cumplir tres cuartos de siglo, y es de esos creadores que pueden entrar en la categoría de leyendas vivientes de la arquitectuta internacional.
Curiosamente, los éxitos tardaron en llegar en la trayectoria de este genio japonés. Sus inicios profesionales fueron poco ortodoxos. En realidad, Tadao Ando iba para boxeador, deporte que practicó de manera semiprofesional durante gran parte de su juventud. Él mismo cuenta que no se percató de que su verdadera vocación era la arquitectura hasta que visitó Roma, donde contempló extasiado los grandes vestigios de la arquitectura romana imperial. Y para completar el contexto de sus inicios, hay que destacar un hecho poco común: se inició en la disciplina él solo, por su cuenta. Es de los pocos arquitectos de primer nivel que no cuenta en su haber con una educación o formación específica. Fue completamente autodidacta. Su escuela, dice, ha sido la lectura y viajar por todo el mundo.
Con estos prolegómenos profesionales resultó casi inevitable que ha Tadao Ando no le llegaran encargos de cierta entidad hasta muy entrada la treintena. Su primer edicicio, la casa Toshima, en Osaka, fue su primer trampolín. Sus obras durante los siguientes veinte años se quedaron en casa, en Japón, hasta que en 1992 le llegó la que fue, según él mismo reconoce, la gran oportunidad de su vida: diseñar el pabellón de Japón para la Exposición Universal de Sevilla.
El interés suscitado por el inmueble trascendió toda expectativa. Fueron más de 5.600 metros cuadrados útiles que conjuntaron la tradicional arquitectura nipona con un diseño de vanguardia. Fue el primer pabellón en superar los 4 millones de visitantes. Todo el mundo quería ver la obra maestra de Ando. Y es que merecía la pena contemplar aquella mole levantada con piezas de madera, y sin usar ni un solo clavo o tornillo. Las piezas encajaban entre sí con el clásico sistema macho-hembra. Por cierto, de aquel edificio, a día de hoy, no queda absolutamente nada. El gobierno japonés lo desmontó pieza por pieza tras la exposición con la intención de reconstruirlo en la patria, algo que hasta ahora no ha ocurrido.
Tadao Ando habla de su obra de Sevilla como el gran trabajo que le dio a conocer internacionalmente. De hecho, el mundo comenzó a mirar a sus obras japonesas (como la iglesia del agua o la iglesia de la luz) con otros ojos. No se antoja azaroso que, sólo tres años después del éxito de Sevilla, a Tadao Ando le concedieran el “nobel de la arquitectura” (el Pritzker).
Tras la cita universal de 1992, los encargos llegaron de medio mundo. Ahora ya son célebres creaciones de Ando, por ejemplo, la remodelación de la Bourse de Commerçe de París, la rehabilitación del museo Punta della Dogana, en Venecia, o incluso la obra de la fábrica y centro de investigación del modisto Luciano Benetton, en Treviso, Italia.
No es sencillo resumir la obra de Tadao en solo unas líneas, pero vamos a permitir al maestro clausurar este artículo con una de sus célebres lecciones de lo que, para él, es la arquitectura: “No puedes simplemente poner algo nuevo en un lugar. Tienes que absorber lo que ves a tu alrededor, lo que existe sobre en el terreno, y luego utilizar eso junto con el pensamiento contemporáneo para interpretar lo que ves“. No se pueden decir más cosas en tan poco espacio.
El Friederick Kiesler, español por primera vez
Por primera vez desde que se fundaron estos galardones bianuales austríacos, en 1998, un arquitecto español ha conseguido llevárselo para casa.
El que se ha traído el pedacito de gloria ha sido Andrés Jaque, de 45 años, aún joven promesa para los estándares del gremio, pero que cada día lo es menos teniendo en cuenta que el afianzamiento de su carrera está más que consolidado y los reconocimientos internacionales empiezan a poblar sus vitrinas. Antes de este Friederick Kiesler, Jaque ganó en 2015 el premio de arquitectos jóvenes del MoMA de Nueva York, dándole derecho a reconstruir el laureado espacio PS1 de Queens. Y en 2014 ya fue uno de los expositores de la Bienal de Venecia, de la que se trajo nada menos que un León de Plata como mejor proyecto de investigación. Así que, con dichos precedentes, este nuevo galardón no parece ningún capricho de la casualidad.
El jurado de los premios destacó de Jaque “su capacidad para ir más allá de lo que supuestamente son las prácticas tradicionales y la vida urbana. Si el espíritu de Frederick Kiesler es la de alguien que opera en el umbral entre el arte y la arquitectura, mediante un trabajo experimental muy original que establece nuevos protocolos y abre nuevas perspectivas, el espíritu de los diseños de Andrés Jaque resuenan fuertemente a Kiesler”.
Por su parte, el creador español se siente honrado por poder añadir a su currículum un premio de esta envergadura: “Es una gran satisfacción recibir el Premio Frederick Kiesler, que hace honor al esfuerzo de él por desafiar fronteras disciplinarias y convenciones. Creo que la vida cotidiana está ahí para reinventarla, estudiarla y cuidarla, que es lo que tratamos de hacer con nuestro trabajo en la Oficina de Innovación Política”.
sí, aunque pueda sonar extraño, ese es el nombre oficial del estudio de arquitectura de Andrés Jaque: Office for Political Innovation. La idea motriz detrás de tal denominación se traduce en “lograr desarrollar proyectos arquitectónicos que traigan inclusividad a la vida diaria. Todos los trabajos pretenden ser como ensamblajes duraderos de la diversidad de cosas de las que está hecha la vida ordinaria”.
Entre los principales proyectos construidos del equipo de Jaque, se puede encontrar la House in never never land, en Ibiza; la Plasencia Clergy House, en Plasencia (Cáceres); la propia obra del PS1 del MoMA de Nueva York, bautizada COSMO, o los trabajos denominados ESCARAVOX (Madrid), PHANTOM (Barcelona) o Superpowers of ten.