Archivo por meses: abril 2016

Rafael Moneo, premio nacional de arquitectura 2015

La trayetoria de Rafael Moneo es de tal envergadura que ya no le resulta ni tan siquiera posible evitar que se le repitan. Y es que el arquitecto de Tudela ya recibió este premio hace más de 50 años, en 1961.

La anécdota puede resultar casi una cuestión menor teniendo en cuenta que hablamos del gigande nuestra arquitectura, sin lugar a dudas. Pero habla bien a las claras de dos hechos indiscutidos: que el genio sigue en activo y, además, sin visos de decadencia.

La crítica especializada ha querido y amado a Moneo a partes iguales, ya que nos pocos han apuntado a la “disparidad” del conjunto de su obra. Y existe cierto consenso en considerarle un profesional cuyo éxito ha descansado más siempre en su capacidad de trabajo, investigación y constancia que en su creatividad u originalidad. Algo que él mismo ha reconocido.

moneo_cs6-1b

Moneo, el arquitecto español más galardonado de la historia (premio Pritzker 1996 incluido, y premio Príncipe de Asturias 2012) ha sido asimismo en ocasiones bastante áspero a la hora de referirse a la arquitectura contemporánea más moderna, especialmente cuando ésta se muestra como una obra aislada, que no se armoniza con el entorno. De hecho, es bien conocida la opinión de Moneo de que la arquitectura es “más ciudad que edificios”, en el sentido de que ésta debe sumar y aportar a la misma, teniéndola en cuenta.

moneo_cs6-2

Y al veterano arquitecto siempre le ha obsesionado dejar constancia escrita, profusa además, sobre sus trabajos. Ha escrito sobre ellos antes, durante y después de ver sus obras terminadas. De hecho, recomendamos a los lectores la revisión de Rafael Moneo: apuntes sobre 21 obras

¿Caminando por el skyline?

Pues en Estocolmo lo quieren intentar. Al menos, se han atrevido a imaginárselo.

Como cualquier gran ciudad habida o por haber, llega el momento en el que su crecimiento demográfico acaba empujando sus fronteras hacia fuera, expandiendo sus barrios sobre una inacabable alfombra de cemento y asfalto. El clásico ensanchamiento horizontal de las urbes.
proyecto_estocolmo_cs6-1bY la capital sueca, adalid indiscutible de la sociedad del bienestar europea, no escapa tampoco a este clásico problema (o necesidad, según se mire) de ampliar sus espacios vitales. Pero la solución pretende germinar desde un enfoque diferente, apostando por un crecimiento más vertical que horizontal, aprovechando mejor los espacios, estructuras y construcciones ya existentes.

Y así nace la iniciativa “Klarastaden”, del estudio de arquitectura Anders Berensson Architects, que se ha atrevido a rediseñar revolucionariamente Estocolmo por encargo de un partido político local. El proyecto pivota sobre una de las zonas más concurridas y valoradas de la ciudad, la de las inmediaciones de la estación central. La idea, en contra de lo que suele ser habitual, no pasa por aliviar la densidad poblacional del centro de la ciudad, sino por todo lo contrario, por aumentarla aún más.

El equipo de arquitectos ha repensado los actuales y clásicos bloques de edificios que pueblan el área del centro. De cara a futuras construcciones, el nuevo diseño apuesta por edificios más “delgados” y de alturas variables, de modo que la luz y las vistas se aprovechan mejor. Y ninguna terraza superior de los edificios queda sin uso. Serían, sobre todo, zonas verdes y de esparcimiento.

Y lo mejor de todo: multitud de pasarelas y pequeños puentes hermanarían esas azoteas, no solo poniéndolas en valor, sino también generando un nuevo espacio de tránsito que aliviaría el clásico trajín de las calles de superficie.

proyecto_estocolmo_cs6-2

“Klarastaden” proyecta un área de más de 5.800 apartamentos (el 90% de ellos, aseguran, con luz natural y vistas al lago), 8.000 oficinas y 300 tiendas.