La marca Tom Dixon nace hace 15 años en Londres, así que tenemos ante nosotros a una firma, si se nos permite la expresión, en plena adolescencia. Y aunque ciertamente su homónimo fundador y principal creador acaba de cumplir los 58 años, se podría decir que el espíritu y el impulso de su factoría de luces tiene la vigorosidad y el entusiasmo propias de la edad imberbe.
Tom Dixon es mundialmente conocido por ser uno de los creadores de ambientes de luz más genuinos. Lámparas, focos, flexos, artilugios a veces de formas imposibles o indescriptibles, pueblan su trayectoria creativa. Aunque, por hacerle plena justicia, ha de recordarse que también diseña mobiliario. La excelencia de su trabajo admite poco debate, sobre todo si miramos en qué lugares han dejado meter mano al diseñador: el museo Victoria and Albert de Londres, el Moma de Nueva York o el Georges Pompidou de París. Como se sabe, no non estos precisamente lugares inclinados a permitir a cualquier inexperto hacer experimentos que puedan acabar en un sonado y carísimo fracaso económico y de opinión pública.
Una de las claves de Tom Dixon, dicho por él mismo, es que su trabajo viene motivado por lo siguiente: que sus productos, su luz, hagan del lugar un sitio deseable para estar, tanto en casa como en el trabajo. Y desde luego, las cosas parecen funcionarle bastante bien partiendo de esta premisa. Y la propia marca no hace esfuerzos en ocultar que su objetivo de mercado es la exclusividad y los contextos de máximo prestigio.
En 2007, Tom Dixon fundó su Design Research Studio, una suerte de consultora de diseño de interiores, productos y marcas. Durante los último años, dándose poca publicidad, ha trabajado en una amplia y variada selección de proyectos, que van desde el diseño de un abrebotellas a la ambientación de un parque público.
Por supuesto, la entidad estuvo presente en la pasada feria de Milan, visita obligada para cualquiera de los grandes del sector internacional del diseño. Y volvió a deslumbrar, nunca mejor dicho, con su nueva colección. Siguen causando sensación la variedad de sus formas geométricas, su estrategia kaleidoscópica. Elementos únicos, cómo único es el estilo de este genio londinense.