Los hermanos brasileños Fernando y Humberto Campana son actualmente dos de los diseñadores latinoamericanos más reconocidos del mundo. Comenzaron a despuntar en la década de los 80. Humberto, que comenzó con los estudios de Derecho, decidió que su vocación era otra: convertir materiales reciclables y económicos en objetos decorativos. En 1998 trabajó como instructor de Diseño Industrial en la Fundación Armando Alvares Penteado (FAAP) de São Paulo y en 1999 hasta el 2000 en el MUBE (Museo Brasilero de Escultura) de la misma ciudad. Fernando, arquitecto de profesión, se unió a la aventura de su hermano poco tiempo después.
Sus espectaculares trabajos comenzaron a ser reconocidos y exhibidos en galerías de arte. En 1989 realizaron su primera exposición, Desconfortáveis, principalmente de sillas, en el Museo de Arte de São Paulo. Su éxito fue arrollador y los ecos llegaron al otro lado del océano. Su salto internacional se produjo después de que la revista Domus dedicara un artículo a sus creaciones, lo que llamó la atención de importantes firmas europeas.
Han sido galardonados con múltiples premios entre los que destacan el George Nelson Design Award, el primer lugar en la Feria Internacional del Mueble de Valencia y el de Diseñador del Año 2008 en Design Miami. Sus obras se han expuesto también en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), en el Museo de Diseño Vitra de Alemania y en el Centro Georges Pompidou de París.
Dos buenos ejemplos de su trabajo, casi icónicos, son sus modelos Cipria y Atila, producidos por Edra. Cipria tiene nueve cojines fijados a un bastidor de tubo de metal invisible. Su revestimiento, de piel ecológica, se presenta en diferentes longitudes de pelo -y gama de colores-para producir variaciones sobre el tema original. Atila es una versión del primero. Dos de los nueve cojines están recubiertos con fundas en cuero de oro, los otros siete, como su modelo hermano, están realizados en eco-piel natural y marrón.